LUCIO ANNEO SÉNECA
El estoico Séneca nació en el año 4 e. c y murió en el 65 e. c, en Roma. Fue tutor de Nerón y cuando éste fue nombrado emperador en el 54 e.c, asumió el papel de consejero.
Durante algunos años todo marchó bien, pero luego el trastornado emperador lo acusó de ser parte de un complot para darle muerte, por lo que fue desterrado a Córcega. Después de tener tres años apartado de la vida pública, en el 66 e.c, Nerón le ordena suicidarse.
Séneca siguiendo sus principios estoicos no se inmuta y sin alterarse se cortó las venas, tomó veneno y para no fallar, se arroja a una pila de agua hirviendo.
A Séneca se le considera uno de los más destacados estoicos, escribió sus tratados morales sobre temas como la providencia, la firmeza, la vida feliz, la ira, la tranquilidad y el perdón. Además, escribió más de un centenar de cartas en las que trataba sobre cuestiones éticas.
Siempre defendió la importancia del autocontrol, sosteniendo que nadie alcanza su grandeza hasta no haber aprendido a dominarse a sí mismo y a sus deseos. Decía que los contratiempos deben ser tomados como pruebas que fortalecen, mientras que las emociones intensas son trampas que esclavizan.
Su frase célebre: “El fuego es la prueba del oro; la adversidad, de los hombres fuertes”.