La filosofía estoica, fue fundada en Atenas por Zenón de Citio en el siglo 111 a.C, teniendo en Epicteto, Cicerón, Séneca y Marcos Aurelio, sus representantes más destacados. Esta filosofía es considerada un faro de sabiduría para aquellos que buscan la serenidad en medio de las tormentas de la vida.
Los estoicos establecen que hay cosas que están bajo nuestro control y otras no lo están, por lo que no podemos controlar eventos externos, como la opinión de los demás o las circunstancias que lo rodean, pero si podemos controlar nuestras respuestas y actitudes hacia esos eventos.
Para los estoicos aceptar lo incontrolable no implica pasividad, sino hacer conciencia de nuestras limitaciones y de actuar con sabiduría en el ámbito que podemos controlar. Por lo que siempre es recomendable actuar de acuerdo a la naturaleza y la razón, en vez de sucumbir a pasiones descontroladas.
Los estoicos entienden que la virtud y la razón son las guías para una vida plena, considerando que la virtud es la única verdadera bondad, que sólo puede alcanzarse mediante el autocontrol y la práctica de la sabiduría, la justicia, la valentía, la moderación y la autodisciplina. Consideran que la felicidad no está en la consecución de placeres efímeros, sino en la sabiduría.
La filosofía estoica ve la adversidad como una oportunidad para el crecimiento personal y espiritual, por lo que aboga por enfrentar los desafíos con calma y resiliencia, ya que esto fortalece el carácter y permite cultivar una perspectiva más amplia sobre la vida.
Los estoicos nos enseñan que en vez de lamentarnos por las dificultades, debemos abrazarlas como parte inherente del viaje humano. Al seguir esta filosofía aprendemos que cada obstáculo es una oportunidad para aprender, mejorar y cultivar la virtud.
Lo importante de la filosofía estoica es que no es una reliquia del pasado, sino que sus enseñanzas siguen siendo una herramienta valiosa en la actualidad. Con ella aprendemos a desarrollar la capacidad sobre discernir entre lo que está o no bajo nuestro control y a enfrentar la adversidad con resiliencia en medio de un mundo en constante cambio.
La filosofía estoica continúa siendo una fuente valiosa de sabiduría atemporal, al enseñarnos que a pesar de las tormentas que pueden surgir en la vida, podemos mantener la calma, la serenidad y abrazar la adversidad como un maestro imparcial.
Por esa razón es seguida por líderes empresariales, deportista de élite, políticos, profesionales, emprendedores y estudiosos de la vida en sentido general .
El enfoque estoico al estar basado en la autenticidad, la integridad y la capacidad de adaptación se ha convertido en una herramienta vital, en medio de una sociedad que de manera constante enfrenta incertidumbres y desafíos imprevistos.
Por eso soy seguidor de la filosofía estoica.
