Después que Justicia Social anunciara en un acto masivo realizado en la Gran Arena del Cibao, su alianza con el PRM y apoyo a la candidatura presidencial de Luis Abinader, algunos “moralistas”, han querido cuestionar a su presidente y líder, Julio Cesar Valentin.
Esos amantes de la crítica desbocada, aducen que Julio Cesar abandonó su ideología progresista al dar este paso y hacer causa común con un partido del sistema. La pregunta que me haría para responder esas acusaciones, es cuál de los partidos tradicionales en República Dominicana, no forma parte del sistema.
Desde hace tiempo en este País desaparecieron las ideologías, ya aquí no hay derecha ni izquierda, sólo hay mentes progresistas y conservadoras. Y este tipo de visón individual existe en todas las organizaciones.
Balaguer siempre fue el representante de los sectores más conservadores del País, siendo coherente hasta su muerte con esa visión. Nunca negó su esencia y por eso los sectores ultraderechistas siempre confiaron en él como su auténtico representante.
Leonel Fernández se considera el heredero de Balaguer, quien asumió después de su muerte la representación de los sectores conservadores. Leonel en teoría es una figura progresista, pero en la práctica, es tan conservador como el que más. Una mezcla rara, pero al final entendió que es parte de un sistema al cual debe someterse para sobrevivir políticamente.
Juan Bosch nunca fue coherente en su definición ideológica, en una ocasión se declaró marxista, formó al PLD con un criterio de Liberación Nacional, pero luego optó por participar en las elecciones. Participó en el bloque de la dignidad nacional con los ultraderechistas, creó la tesis de la dictadura con respaldo popular, la de llevar al gobierno a su legalidad. Terminó aliado a Balaguer en el Frente Patriótico, lo cual no quiere decir que fue inconsistente, sino que siempre entendió que era parte de un sistema.
Peña Gómez fue un socialdemócrata, con ideas progresistas y una visión que lo acercaba a los sectores populares. Aunque Peña siempre estuvo ideológicamente vinculado a la burguesía nacional, lo que siempre le impidió dar el paso que muchos soñaban y otros esperaban, formar una amplia coalición de izquierda, pero como Bosch siempre entendió que era parte de un sistema.
Danilo Medina proveniente en sus orígenes de la izquierda revolucionaria, en sentido general podemos decir que representa una corriente progresista, cuya visión la entrecruzó con el populismo. Por eso Danilo navega entre el pragmatismo populista y sus ideas progresistas de antaño. Pero al igual que Balaguer y Bosch siempre tuvo claro que es parte de un supra poder.
Luis Abinader está muy definido en cuanto a su visión de clase, un representante natural de la burguesía nacional, de corte liberal e inclinado a las ideas progresistas. Aunque en ocasiones por circunstancias electorales se coloca al lado del conservadurismo.
De Abel simplemente podemos decir que es un joven con ideas ultraconservadoras, asumiendo como discurso el nacionalismo extremo y siempre inclinándose por los temas más atrasados. De todos sin duda es el de una visión más coherente en cuanto al conservadurismo y los temas que se acercan al atraso institucional.
Por esto digo que criticar a Julio Cesar Valentin, por hacer una alianza coyuntural con Abinader, es un desconocimiento total de nuestra historia reciente y el significado de las clases sociales en República Dominicana. La lucha de clases en esta Nación es un dogma, una quimera y esgrimirla para descalificar a alguien es una gran ignorancia.
Navegamos dentro de un sistema controlado por el establishment, que en definitiva es un supra poder. Por lo que dentro de esa realidad, es posible mantener ideas progresistas, ser honesto, practicar la política con dignidad y decoro, sin importar la organización a que pertenezca.
La realidad es que las ideologías dieron paso a la individualidad, por lo que las teorías y los programas son pura demagogia, ya que al final la actitud de cada quien es que marca la diferencia. Si usted es progresista o conservador, si es corrupto o honesto, si es sensible o populista, donde quiera que esté lo aplicará, en la organización que milite eso se manifestará.
El ejemplo más reciente de que las ideologías desaparecieron, fue la reciente alianza de Leonel con el PRM y ahora su alianza con el PLD. Es todo lo mismo, los partidos son parte de un sistema donde cada quien se mueve por sus intereses.
Justicia Social acaba de realizar un pacto con el PRM, lo cual es normal, como lo han hecho otros en el pasado y lo harán muchos en el futuro. Esa es la política, por lo que la doble moral debe dejarse a un lado y todo aquel que participa en ese convulso mundo de la actividad política, debe comprender que lo determinante no son las siglas, sino los vínculos que pueda tener en la entidad que pertenezca.