La designación de Roberto Ángel Salcedo como Director General de Proyectos Especiales de la Presidencia (Propeep), ha generado un maremoto de opiniones en las redes, la mayoría de disgustos y rechazo ante el nombramiento.
El presidente de la República es el jefe de la administración pública, por lo que está dentro de su facultad constitucional la designación de los funcionarios en el tren gubernamental.
El mayor rechazo al nombramiento de Robertico está en las filas del PRM, por considerar que éste no tiene los méritos partidarios para ocupar una posición de ese nivel y con esas responsabilidades de índole social y comunitario.
A Roberto Ángel se le conoce, por ser una persona de los medios, de la farándula y por su incursión en el cine como productor, actividades en las cuales ha tenido un rol aceptable.
En el caso de Roberto Ángel, es innegable que también hay mucho de morbo, aunque los resultados sólo el tiempo lo determinará, como pasó con Milagros Germán y el comprobado desliz que fue su designación al frente del Dicom.
Al margen de los comentarios que esta designación ha generado, lo que muchos entendidos en cuestiones de marketing se preguntan, es la razón que pudo llevar al presidente a tomar una decisión que a todas luces no aporta nada positivo en términos de popularidad.
A la conclusión que podemos llegar es que el nivel de compromisos del presidente, sobrepasó el riesgo de hacer una designación impopular, cuando las circunstancias le indican marchar en otra dirección.