Todo el que conoce mi trayectoria a través del histórico de los artículos que he escrito sabe que soy una persona que no tiene una pisca de xenofobia. No creo en la discriminación, porque entiendo que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos, al final nuestros orígenes son los mismos desde el surgimiento del primer sapiens.
Esa visión de la vida me lleva a no ser anti haitiano, ni “nacionalista” de pacotilla, pero en el caso que se presenta con la construcción del canal en Haití, creo que debemos observarlo desde dos vertientes, la técnica y la política.
En lo relativo a lo técnico, los más calificados del País se han encargado de demostrar de manera magistral, que esa obra carece de los fundamentos mínimos de construcción. Aduciendo que para su realización no se tomaron en cuenta ninguno de los elementos que garantizarían algo de calidad, por lo que sus efectos serían devastadores para el medio ambiente río abajo.
Por eso creo que en la parte técnica, no hay nada que discutir, en el comunicado de respuesta a la OEA por la cancillería, así como en las evaluaciones expuestas por los experimentados técnicos, Luis Carvajal y Osiris De Leon, está la mejor respuesta.
Ahora en la parte política, he observado muchos dislates de parte de diversos sectores, que han querido desacreditar la medida adoptada por el presidente Abinader. Con la cual podríamos estar o no de acuerdo, pero en el momento y la circunstancias que se hacen, entiendo que hay que respetarlas o por lo menos guardar silencio si no se comparte.
Argumentar que el despliegue de militares es excesivo, es colocarse de espalda a la realidad que se vive en Haití, donde hay un gobierno de nombre, pero quienes en realidad gobiernan, son bandas de criminales. Por ejemplo, en los primeros 7 meses fueron asesinadas por esos delincuentes 3,500 personas y en la última semana, sólo en un suburbio mataron 150 haitianos.
Ante esta realidad el despliegue de tropas en la frontera es una medida disuasiva, porque si no se hace, esas bandas podrían incursionar en nuestro territorio, produciendo asesinatos y secuestros. Por eso entiendo que tomar esa movilización militar como elemento para hacer críticas, es un error infantil, por lo que ha sido rechazado por la gran mayoría de la población.
El argumento de que el cierre de la frontera fue algo muy drástico por las pérdidas económicas que ella implica, no deja de tener alguna razón, pero ante el hecho consumado por la parte haitiana, es un elemento de presión para obligar a una negociación. Los resultados ya se están observando, en horas se reúne el Consejo de la ONU, para discutir el envío de tropas para pacificar nuestros vecinos.
Además, varios organismos internacionales ya se han puesto en movimiento, realizando pronunciamientos en respaldo de buscar una solución inmediata al caso haitiano. Eso es el mejor testimonio de que las medidas, aunque dolorosas, han empezado a dar sus resultados.
No me voy an extender mucho sobre este tema, lo voy a dejar hasta ahí, porque no me interesa que se crea que le quiero dar un sentido político. Sólo les voy a decir que al margen de los deseos, el presidente hasta el momento lo ha manejado de manera apropiada, mientras la oposición ha lucido inconstante, confusa e inestable.
Las próximas entregas de las mediciones electorales, serán el mejor testimonio sobre la apreciación de la población, en cuanto a la actitud asumida por cada organización y candidato sobre este tema que envuelve la Isla Española.
Excelente y ecuánime artículo Don Luis Estrella, por eso siempre he dicho que las pasiones políticas conllevan a la falta de objetividad y coherencia.
Lo felicito por sus grandes Dotes para comunicar sin apasionamiento,
Excelente análisis.
Abrazo