Los retos de Luis Abinader

Luis Estrella (Fuente Externa)

Si partimos de las últimas mediciones de firmas encuestadoras creíbles, podemos colegir que el panorama político electoral, aunque marca cierta tendencia, todavía no está claramente definido.

El presidente Abinader luce con cierta estabilidad que lo acercan al 50%, pero que aún no define nada seguro en relación a si ganará en una primera vuelta. Leonel Fernández marca una tendencia a la subida, de manera lenta pero constante y Abel Martínez, sigue reflejando un descenso en las simpatías electorales, como establecen las Gallup y la Mark Penn.

Según la firma Mark Penn, última en realizarse de las firmas independientes, entre Leonel Fernández y Abel Martínez obtendrían alrededor de un 50%, pero en la Gallup sólo alcanzan un 44%, a lo cual, si le sumamos un mínimo de 4% que podrían sacar los candidatos de partidos minoritarios, completarían entre un 48% a 54%, lo que dejaría a Luis Abinader por debajo de un 50%, obligando a una segunda vuelta.

El porcentaje de Leonel y Abel siempre estará variando, pero sin esto significar un aumento de la acumulación entre ambos, sino que lo que pueda subir uno lo baja el otro. En la Mark Penn Leonel tiene una intención de voto de un 32% y Abel de un 19%.

Esto nos indica que si ambas fuerzas van separadas como todo indica, la diferencia entre ellas podría ser cercana, pero también podría ser muy significativa. En cambio, si se produjera una alianza, un sector tanto del PLD como de lo FP, se inclinaría por Abinader y éste ganaría cómodo en una primera vuelta.

Las mediciones también reflejan que si hubiera segunda vuelta, por lo menos un 25% del PLD y la FP, preferiría a Abinader y éste ganaría en segunda vuelta. Claro, aún con esa proyección, el PRM no quiere por los riesgos que implica, que se produzca una segunda vuelta electoral, porque los imponderables en política no deben manejarse como simple matemática.

Para que eso sea posible, que no haya segunda vuelta, el PRM debe lograr que la votación entre Leonel y Abel no exceda el 46% y los independientes no sobrepasen el 4%. La pregunta sería, si eso es posible y si desde el oficialismo se está haciendo lo necesario para que ese escenario posible no se produzca. 

Entiendo que Abinader tiene dos retos a manejar para tener la posibilidad de ganar en primera vuelta, siendo el primero en cómo enfrentar la economía del País, por los efectos negativos que esto produce en los sectores populares y la clase media. Todas las mediciones nos dicen que junto al tema de la seguridad ciudadana, son los que más preocupan a la población.

El otro tema y quizás el más difícil y letal para incidir en los resultados electorales, es el disgusto, decepción y frustración que podría producir el de no cumplir con las expectativas, tanto de simpatizantes del PRM, como de indecisos que se han acercado desde diferentes litorales a su candidatura y de una franja de votantes, desmotivada para ejercer su opción electoral.

Abinader parece encontrarse en un dilema, un tanto preocupante, por la actitud de una gran cantidad de funcionarios, que entienden que su único compromiso es con la sociedad civil, por lo que son apáticos e indiferentes a tomar acciones que impacten electoralmente, a favor de quien les brindó la posibilidad de llegar a la cúspide del estamento supremo del poder.

Pero, además, como un agregado no muy favorable, muchos renunciantes de otras organizaciones que tienen la voluntad de apoyar a Abinader, son tratados con sectarismo y exclusión, por lo que pueden tomar la decisión de no votar en las elecciones del 2024, o simplemente empezar a cambiar de rumbo si consideran que la percepción empieza a dar indicios a favor de otras fuerzas políticas.

Como dice el dicho popular, en estos momentos la pelota está en la cancha del PRM, por lo que comienzan a jugar de acuerdo a las circunstancias, observando todas las variantes, o se mantienen con un estilo de juego, que al no priorizar la   defensa, haga posible le anoten algunos puntos a través de espacios cedidos por esa confiada estructuración triunfalista.

Los expertos en esta materia, son de opinión que por mejor equipo que tengas y la situación te favorezca de manera coyuntural, lo más apropiado si se aplica una correcta estrategia, es evitar que te anoten puntos por descuido. Ya que, si eso se produce, el juego se puede complicar y luego a pesar de la aparente superioridad, podría ser muy difícil tomar el control absoluto del mismo, sin poner en riesgo el anhelado triunfo final.

Redacción

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