No siempre es bueno hablar en primera persona, aunque hay circunstancias en que para poder trasmitir un mensaje lo más claro posible, es necesario apelar a ese recurso.
Siempre he considerado que tengo un alma libre, por eso donde estoy lo hago porque me siento en plena libertad y cuando decido marcharme, también lo hago en las mismas condiciones. Puedo resumirlo de una manera simple, entro consciente y cierro el ciclo con absoluta conciencia.
Cuando decidí abandonar la izquierda revolucionaria después de 10 años, lo hice libre y consciente, cerré el ciclo y jamás miré hacia atrás. Lo mismo cuando entré al PRD, después de 13 años de militancia, di por terminado ese período y comencé una nuevo en el PLD, que duró 27 años.
Cuando renuncié del PLD lo hice sin ningún dolor ni resentimiento, simplemente comprendí que había llegado el momento de dar por terminado un ciclo de mi vida. Por eso en mi misiva, sólo establecí ese criterio, agradecí por el trato dispensado y le deseé lo mejor en su proyecto partidario.
En mi filosofía de vida, coincidente con el budismo y el estoicismo, tengo la virtud como eje fundamental, por lo que donde estoy siempre he tratado de hacer el bien en la medida de lo posible, lo cual para algunos nunca será suficiente, aunque para otros siempre será una acción nacida de la mejor de las intenciones.
Para aquellos que por voluntad e iniciativa propia, se me han acercado para buscar alguna orientación sobre las razones de haber cerrado ese ciclo en el PLD, siempre les hablo con el corazón en las manos. Tratando de que mis palabras le den luz, le toquen el alma, para que al reflexionar luego, se puedan hacer las siguientes preguntas: ¿Voy por el camino correcto? ¿Debo darle otro sentido a mi vida?
Es importante entender que la gratitud no tiene nada que ver con la libertad, pero sí con la lealtad, porque usted puede ser una persona agradecida y tomar sus propias decisiones de manera libre y soberana. Lo que no es noble y refleja carencia de valores, es cuando queremos borrar los hechos, desconocer realidades, amparados en nuestro derecho fundamental de elegir hacia dónde ir.
Creo en las almas libres, adornadas con valores y escoltadas por la gratitud y la virtud, eso es un gran honor para quien actúe de esa manera y preserve esos principios, sin desconocer con ello, otros sentimientos nacidos del ser.
Siempre seré un alma libre, que seguirá hasta el final su recorrido por la existencia, tratando de que otros también avancen en mejorar su calidad de vida, porque qué sentido tendría, pensar sólo en un beneficio particular. Eso sería egoísmo, lo cual va en contra del principio de compartir y de las relaciones humanas.
Esa es mi visión de la vida, la filosofía que me guía, por eso siempre trataré de ayudar en lo posible, aún a quien puedan tener un criterio diferente.
PORQUE PARA SER UNA ALMA LIBRE, DEBEMOS PERMITIR QUE OTROS TAMBIÉN LO SEAN.
Por Luis Estrella
