La quiebra del Banco de la Valle de Silicona, es una entidad pequeña con sede en California, cuya especialidad era la de préstamos para empresas de tecnología y startup en todo el País. Su quiebra ha sido una gran sorpresa para muchos de sus clientes, ya que se consideraba una institución financiera sólida y confiable. Sin embargo, el Banco había estado lidiando con problemas financieros durante varios años, incluyendo préstamos incobrables y una mala gestión de los riesgos.
Los clientes del SVB, están protegidos por la garantía del gobierno federal de Estados Unidos de sus depósitos hasta cierto nivel, además el SVB ha transferido sus depósitos a otras instituciones financieras, como el First Century Bank, que asumirá todas las cuentas y transacciones realizadas por ese Banco.
Al ser el SVB un Banco pequeño, es probable que su quiebra no afecte significativamente otros países y su impacto se limite a clientes estadounidenses que tenían depósitos y cuentas en la institución. Aunque es bueno recordar que los problemas financieros en un País pueden tener efectos secundarios, en medio de una economía globalizada, como ocurrió con la crisis del 2008.
Entendemos que, aunque en Estados Unidos hay más de 4000 Bancos y que en las últimas décadas han quebrado más de 300 y seguirán quebrado otros el futuro, por el desafío que enfrentan sus negocios a diario, como el aumento de la competencia, la evolución tecnológica, la volatilidad de los mercados financieros y los riesgos de préstamos.
Esta situación indica lo importante para evitar nuevas crisis, que los reguladores financieros continúen vigilando de cerca el sector bancario. Pero también es importante que los clientes evalúen cuidadosamente la estabilidad financiera de cualquier banco antes de arriesgarse a depositar su dinero, buscando mayores beneficios en sus intereses.
Es indudable que, aunque el SVB es un Banco relativamente pequeño, es la peor quiebra desde el 2008, lo cual implicará que la FED, evalúe si sigue con la subida de la tasa de interés y si decide hacerlo, con la cautela que tendrá que realizarlo. Esto porque esas medidas necesarias para frenar la inflación, pueden provocar nuevas quiebras de bancos.
Cada vez que la Reserva Federal sube las tasas de interés, se vuelve más costoso pedir préstamo, lo cual se traduce en un aumento del costo de los intereses de las hipotecas, las líneas de crédito con garantía hipotecaria, las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles. También los préstamos para empresas serán mayores, tanto para las grandes como para las pequeñas.
El aumento de la tasa de interés unido a otros factores de riesgos desproporcionados, asumidos por el SVB, fue creando una burbuja, que cuando los inversores comenzaron a retirar su dinero para depositarlos en otros bancos, por la falta de confianza, en unos días se produjo la corrida con la consecuencia que todos conocemos. El SVB no pudo responder a la situación y ahí vino la quiebra.
Esperamos esta situación como se perfila, no pase a mayores consecuencias por el bien de la humanidad, porque en las condiciones que estamos viviendo, por la guerra de Ucrania, la inflación y los remanentes de la pandemia, una crisis financiera mundial, sencillamente seria catastrófica.