Después de la revolución rusa del 1905, el Zar Nicolás, organizó 4 Dumas del 1907 al 1917, las cuales luego fueron sustituidas por los soviets organizados por la surgida, unión de republicas socialistas.
El Partido Socialdemócrata de Rusia, no participó en la primera Duma, lo cual consideró como un error y lo hizo luego en las siguientes tres. Aunque había diferentes visones entre los bolcheviques y mencheviques, en relación a las plataformas políticas e ideológica a participar, ambas facciones lo hicieron.
Lenin que encabezaba la facción bolchevique, entendía que no era correcto aislarse del escenario y decidieron participar en la Duma, sobre la base de tres propuestas básicas. 1ro. La necesidad de una República Democrática,2do, la confiscación de los grandes latifundios y 3ro, una jornada de 8 horas de trabajo para los obreros.
Estas tres propuestas significaron el grito de guerra de los bolcheviques y Lenin, de lo cual se derivaban todas las demás propuestas. Vladimir Lenin, planteaba que era un error asilarse de la Duma reaccionaria, sino que debía aprovecharse para realizar una labor de agitación, llevándole un mensaje revolucionario al proletariado.
Lenin entendía que había que luchar desde las entrañas del monstruo, porque aislarse era una actitud cobarde, sectaria y extremista. Los diputados bolcheviques se mantuvieron con una minoría, enfrentando al Zar, exponiendo sus criterios sin temerle al debate.
El tiempo le dio la razón a Lenin, ya que ese escenario desde la Duma le permitió llegar a millones de obreros y campesinos rusos con su menaje, que al final fue vital para el triunfo de la revolución del 1917. Lenin fue uno de los líderes más grande que ha dado la humanidad, encabezando una revolución que produjo la transformación de la Rusia zarista en la Unión Soviética.
Lenin murió en 1924, como secuela de un atentado de una radical anarquista, lo cual impidió que culminara sus planes de desarrollar el socialismo. Fue sustituido por Stalin, quien en una feroz lucha se impuso a Troski y condujo esa naciente sociedad por un camino equivocado, de crímenes y genocidio de lesa humanidad.
Esa experiencia de la Duma rusa, debería servir de lección a nuestros políticos, para que entiendan que la guerra permanente es un error. Que aislarse de los escenarios sólo produce desconexión con la población y un radicalismo infantil en sus seguidores.
Lenin a eso le llamaba, “izquierdismo enfermedad infantil del comunismo”, aquí tendríamos que ponerme otro calificativo, aunque en el fondo será lo mismo. Los políticos para ganar adeptos e impactar en los sectores bajos,medios y altos, ante todo deben mostrar madurez, nivel político y estar a la altura de los estadistas.
El caso haitiano es un tema País, que afecta a todos los dominicanos, sin importar el partido que pertenezcan, la religión, la raza, la edad, la preferencia sexual etc. Es nuestra soberanía, independencia e integridad como nación lo que está en juego, por lo que negarse a ser parte del diálogo convocado para tales fines, es un infantilismo político.
Lo importante no es quien lo haya convocado, sino los objetivos, por lo que cada quien estará en libertad de plantear su punto de vista, incluyendo las razones por la que se opone. Eso es la democracia, eso es la libertad, eso es el consenso , eso es el diálogo, eso es vivir en un Estado Social Democrático y de Derecho.
Ojalá que quienes han manifestado que no serán parte de esta iniciativa, reflexionen al margen de la euforia del proselitismo y salgan de la burbuja, para colocarse al lado de los intereses del País y la gran mayoría de los dominicanos. Todavía hay tiempo, para variar el radicalismo y entender que las criticas constructivas suman, pero que las críticas sin argumentos dañan.
Vamos al diálogo y que cada quien se exprese, porque de seguro de ahí algo positivo saldrá para el País. No podemos seguir postergando el tema haitiano por cuestiones políticas, es un tema de nación, es un tema de País, es un tema de Estado.