Después de producirse la salida del ex mandatario Leonel Fernández de las filas del PLD y formar una nueva organización, Fuerza del Pueblo, es indudable que su simpatía en el electorado ha ido en un constante aumento.
En las elecciones de julio del 2020, Leonel Fernández como candidato de una coalición de partidos, obtuvo menos de un 10% y su partido FUPU, no alcanzó el 5%.
A partir de ese momento, Fernández se ha concentrado en lograr la creación de una sólida estructura partidaria, combinado esto con una campaña sistemática de afiliación y una actividad constante de juramentaciones de miembros de otras organizaciones.
El veterano político dominicano, que tienen en su récord, haber sido tres veces presidente del País, sólo superado por Joaquín Balaguer, está decidido a lograr un cuarto periodo presidencial.
En las últimas mediciones independientes, que realizan grupos empresariales, Leonel se ha colocado en un sólido segundo lugar, acercándose de manera sorprendente a quien está encabezando las encuestas, el presidente Luis Abinader.
Este crecimiento de Leonel Fernández en las simpatías electorales, está marcando un escenario de segunda vuelta, presentando el panorama, una situación parecido al de 1996. Ocasión en que Fernández como candidato del PLD quedó en segundo lugar con un 39% y luego con el apoyo de Balaguer cuyo partido obtuvo un 15%, logró imponerse en la segunda vuelta por un estrecho margen a Peña Gómez, que en la primera vuelta había sacado un 46%.
El escenario del 2024 luce parecido al de 1996, con la diferencia que en aquella ocasión Fernández logró el apoyo total de Balaguer y el PRSC, aunque una parte pequeña desconoció el acuerdo del Frente Patriótico y votó por Peña Gómez.
Por el momento todo indica que Leonel Fernández será el contenedor de Luis Abinader en las elecciones del 2024, aunque para ganar en una segunda vuelta si se produce, necesitaría del apoyo absoluto del PLD. Lo cual según estamos observando parece poco probable, ya que en esa organización, debilitada con el paso del tiempo, no existe un criterio unificado.
El PLD vive una realidad muy complicada, lo cual le hará muy difícil aglutinar sus fuerzas en una sola dirección en una posible segunda vuelta. Situación que favorece a Luis Abinader, tal y como pasó en las elecciones del 2020.
Todo parece indicar, que ante el avance de Leonel, el presidente Abinader no se quiere arriesgar, por lo que está movilizando su maquinaria para que todo quede consumado en una primera vuelta. Aunque parece que hay un plan B en caso de producirse una segunda vuelta de parte del PRM, que consiste en debilitar al PLD a un nivel tal, que su incidencia ante esa posibilidad sea irrelevante.