En términos electorales el año 2023, nos indica dos situaciones que predominan, la primera es que al día de hoy se vislumbra que habrá una segunda vuelta y la segunda que se dará una fuerte polarización entre Luis Abinader y Leonel Fernández.
El presidente Abinader tiene como reto, mantener controlado el precio de los alimentos que componen la canasta familiar, lograr la disminución de la delincuencia y mantener la estabilidad de la economía.
Al mismo tiempo deberá terminar las pequeñas obras que abundan en todo el País, mantener la estabilidad del dólar, seguir bajando el índice de inflación, activar el comercio de la construcción y lograr la continuación del crecimiento de las remesas, el turismo, y las exportaciones a través de las zonas francas.
En cambio, Leonel a Fernández deberá lograr que su partido FUPU, se acerque al alto porcentaje que le dan las encuestas y le sirva de plataforma, para convertir esa simpatía en votos depositados en las urnas.
Leonel tiene a su favor la gran experiencia adquirida en 12 años de gobierno, así como sus relaciones internacionales y el dominio de los temas de la agenda nacional. Sin lugar a dudas Leonel es el político más acabado como producto electoral.
Esto es la realidad del momento, lo cual puede cambiar por factores que alteren el panorama electoral, las mediciones irán estableciendo el ritmo de esos cambios. Aunque de seguir la tendencia actual, esa polarización es lo que se vislumbra para el 2024.
Desde mi óptica quien trabaje mejor de los dos en la dirección correcta, será el próximo presidente de la Nación, lo cual sólo el tiempo, las circunstancias y el seguir una estrategia apropiada lo determinará.
Por Luis Estrella