En los tiempos modernos cada día la individualidad se va imponiendo sobre lo colectivo, lo cual es un derecho que hasta los niños empiezan a reclamar apenas hacen sus primeros contactos con el mundo.
En tiempos pasados los intereses colectivos eran más fuertes, se tenía un criterio de sacrificar lo individual en aras del conglomerado, por lo que la inclinación a los clubes culturales, asociaciones comunitarias y la lucha por el socialismo era lo predominante en la juventud.
Ahora vemos como los hijos de algunos años ya reclaman sus reinvicaciones y derechos propios, lo cual hacen con muchos argumentos y fuerte determinación. Ya no podemos como en otros tiempos mandarlos acostar antes de acostarse el sol, ahora lo hacen después que estamos roncando.
En realidad el mundo ha cambiado y quien no entienda eso, simplemente está fuera de contexto y muy proclive a pasar a la ridiculez en cualquier momento. Cada ser humano por menos nivel académico que pueda tener ya conoce sus derechos fundamentales sobre la individualidad.
Por cualquier violación a sus derechos, el ser humano responde con un recurso de amparo y los tribunales tienen que tutelar esos derechos. Ya no es tan fácil por poder o fuerza imponerse, la individualidad consciente responde con toda la altanería o gallardía posible.
Por eso a veces contemplo como una gran parte de las personas todavía no han entendido esta realidad, que el mundo ha cambiado, ya no te puedes imponer por capricho, antojo o necedad. Cada quien exige con firmeza sus derechos cuando quieren ser vulnerados, son los nuevos tiempos que dominan todos los cimientos de nuestra sociedad.
Quien no aprenda a vivir en este nuevo mundo, haciendo conciencia que existe una realidad diferente, estará condenado al sufrimiento, la ansiedad, el mal humor y hasta la ridiculez. Son tiempos de inclusión, tolerancia, negociaciones hasta con los hijos para poder vivir tranquilo y en paz.
Simplemente cada quien está en su absoluto y pleno derecho individual de tomar la actitud que quiera y elegir el camino que decida, la vida y el tiempo se encargarán de darle experiencia y sabiduría. Pero sólo así se aprende caminando con libertad por la vida, creciendo con los errores y templándose en las dificultades.
En la vida todo es relativo, nada es absoluto, nada es perfecto, todo es imperfecto, así vivimos y así nos despedimos del mundo. Eso hace que sea vital aceptar al otro como es, con sus virtudes y defectos, para poder tener una convivencia basada en el respeto, a pesar de las diferencias de caracteres y personalidades.
Cada persona es diferente, con una visión única de las cosas, lo cual debemos respetar, porque es como ha elegido ser y si entendemos que es tóxica, simplemente aléjese y ponga punto final a la relación. Pero no quería cambiarla, porque nadie cambia porque otro quiera, lo hace cuando decida hacerlo, es el sentido de la vida.
Vaya por el mundo sin importarle un bledo lo que los demás piensen de usted, viva su vida a su manera, no busque aceptación ni se deje dominar por opiniones ajenas, si lo hace su vida será un triste infierno. Haga valer sus derechos individuales con que llegó a la vida y los cuales la sociedad tiene los mecanismos para protegerlos si quieren ser vulnerados.
Aunque estemos o no de acuerdo tenemos de frente un nuevo mundo, una sociedad diferente, donde todo ha cambiado. LA INDIVIDUALIDAD ES UNA REALIDAD.
Por Luis Estrella