“Con el tiempo todo pasa. He visto, con algo de paciencia, a lo inolvidable volverse olvido, y a lo imprescindible sobrar”.
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.
En la antigüedad existía un rey muy poderoso, que al entrar a una edad avanzada había conquistado vastos territorios, construyendo un imperio que todos respetaban. Desde joven estuvo acompañado por un esclavo, cuyo padre siguió a su padre toda la vida.
El rey y el esclavo hijo, nacieron casi al mismo tiempo, por lo que la relación que existían entre ambos era de mucha confianza. En cuestiones muy complicadas el rey siempre buscaba oír la opinión de su esclavo, quien en todas las circunstancias siempre estaba a su lado.
En una ocasión el rey convocó a todos los funcionarios de su territorio, donde les solicitó que en pocas palabras les hicieran llegar un mensaje, que reflejara la mayor de las sabidurías. Todos escribieron algún mensaje, que al llegar al monarca, fueron rechazados por este, al entender que no respondían a sus expectativas.
Su esclavo entonces le entrega un anillo y le dice al rey que su padre había escrito un mensaje que estaba guardado debajo de la piedra de la joya. Al mismo tiempo le manifestó, que solo lo abriera y leyera cuando estuviera en una situación de extremo riesgo.
Al poco tiempo el reino fue invadido de manera sorpresiva, lo que obligó al rey a cabalgar por el bosque, donde era perseguido por sus enemigos, llegando a un precipicio donde no le era posible seguir hacia adelante. En ese momento de incertidumbre, se acuerda del anillo que le había dado el esclavo, se lo quita, saca el papel que estaba dentro y lee el mensaje: “Esto también pasará”.
Después de la leer el mensaje, su miedo e incertidumbre desaparecen, esperando con paciencia la llegada del enemigo. Sus perseguidores se extraviaron en el bosque y abandonaron la persecución. Esto permite que el rey regrese, reunifica su ejército y logra vencer a los invasores.
Todo el imperio estalló en una gran celebración, el rey en su carruaje de oro, saludaba a todos sus súbditos. El esclavo que lo acompañaba como siempre, caminando al lado del carruaje le dice, mi rey por favor lea de nuevo el mensaje, a lo que el monarca le dice, que eso no tenía sentido, ya que le había expresado que lo hiciera solo en situaciones de extrema dificultad.
El esclavo insiste y el rey lo lee de nuevo: “Esto también pasará “. Al leerlo el rey se queda pensativo, le dice a su esclavo que suba al carruaje a su lado y le manifiesta, que hizo conciencia del mensaje. Lo abraza y con lágrimas en los ojos manifiesta, que comprendió que no solo lo malo pasa, sino también la gloria, el placer y la celebración.
A partir de ese momento el rey se convirtió en alguien más humano, más espiritual, más solidario y con más control de su ego. Fue un gran líder que al morir dejó el mejor de los legados: La humildad y la gratitud.
ENSEÑANZA:
Este relato nos ofrece una gran enseñanza sobre el EGO, de la importancia que tiene hacer consciencia que en la vida todo es pasajero, por lo que no tiene sentido apegarse a nada material. Pasa lo malo, pero también pasa lo bueno, ya que la existencia no es en línea recta, simplemente es lineal, que va de los picos a los valles, fluctuando acorde a las circunstancias.
En momentos difíciles, de incertidumbre, de estrés, de dificultades, de presión, lo recomendable es mantener la calma, respirar profundo y decirnos, esto también pasará. Tengo mucho tiempo practicándolo y me ha dado excelentes resultados. Aunque también cuando todo nos sale bien y tenemos éxitos en determinados proyectos, debemos estar preparados, porque eso también pasará.
Si no comprendemos el equilibro de la vida, fácilmente nos dejamos dominar por el ego, volviéndonos ingreidos y soberbios, perdiendo la humanidad. Esa es una práctica que la vemos a diario, donde nos sorprendemos del cambio que experimentan los seres humanos desde que adquieren un poco de poder. Sin entender que eso pasará.
Donde más se refleja esa práctica ególatra, es en las posiciones políticas, donde cualquier funcionario al asumir el cargo, se convierte en otra persona. No entienden que eso es coyuntural y pasajero, por lo que al salir de la posición, entonces viene la frustración y la posterior depresión.
Aunque en realidad no creo que se produzca ningún cambio en esas personas, simplemente son así, lo que pasa es que no habían tenido la oportunidad de sacar a relucir su verdadera esencia. De ahí lo correcto del refranero español, cuando dice: “Si quieres conocer a fulanito, dale un carguito”. Frase que fue aplatanada por Balaguer: “Si quieres conocer a Miguelito dale un carguito”.
Si queremos vivir tranquilo y en paz, hay que aprender del esclavo del rey, de que TODO PASARÁ.
EN LA EXISTENCIA TODO ES PASAJERO.