SER OBJETIVO DESDE LA TERNURA DEL ALMA(34)

Luis Estrella (Fuente externa)

    “El mundo no es más que un lienzo para nuestra imaginación”

                        Henry David Thoreau                                                         

Japón es un país que siempre se ha 

caracterizado por su vasta cultura, por lo que desde tiempos inmemoriales existían escuelas, que en ocasiones se hacían rivales a un punto tal, que no tenían ninguna comunicación ni vínculos entre sí.

           En esos tiempos sobresalían dos escuelas, que funcionaban con mayor nivel que las demás y que se debatían la supremacía de manera permanente. Todas las escuelas existentes reconocían que eran las mejores, pero la simpatía se dividía en partes iguales, sobre cuál era la mejor.

        A los niños de ambas escuelas les estaba prohibido tener ningún tipo de socialización, creciendo estos con el criterio de esa enemistad trasmitida de generación en generación. En una ocasión la escuela roja como le llamaban, envió un niño al mercado a comprar frutas, encontrándose en el trayecto con un niño de la escuela azul, a quien le preguntó para dónde iba y éste le respondió, que a donde lo llevara el viento.

       Cuando el niño de la escuela roja regresó del mercado, procedió a contarle al maestro la experiencia que había tenido con el niño de la escuela azul. El maestro muy incómodo le manifestó al niño, que le había dicho que no tuviera ninguna comunicación con esa gente de esa escuela, ya que eran personas muy peligrosas.

        Entonces le expresó al niño, que le iban a dar una lección a esa gente, procediendo a escribir la respuesta que debía darle cuando al día siguiente fuera al mercado. Escribió la siguiente, cuando le preguntes que a dónde va y te diga que a dónde el viento me lleve, les dirá, que eso no es posible, porque lo que guía a las personas a su destino, es su mente, dictada por una conciencia que discurre al margen del viento.

          El niño de la escuela roja no durmió esa noche, practicando lo que había escrito el maestro y solo pensando en la forma petulante de como se lo diría al niño de la escuela azul. En la mañana ambos niños se encuentran en el camino y en seguida el niño de la escuela roja le pregunta al niño de la otra escuela. Para dónde vas?. Éste lo mira y le dice, para el mercado a comprar frutas.

            El niño de la escuela roja ante tan inesperada respuesta, se queda paralizado, no podo responder nada, porque sencillamente todo lo que había practicado para responder de manera impecable a su rival, ya no tenía ningún sentido ni significado. La nota que había sido escrita por el maestro como respuesta, no se adaptaba a la circunstancia.

    ENSEÑANZA:    

          Que relato más profundo, cuanta enseñanza lleva consigo, pues nos muestra que la vida no puede ser esquemática, preconcebida, ni lineal, sino libre, espontánea y acorde al momento. La teoría es importante, pero jamás puede ser un dogma, la vida está sustentada en el cambio, porque la dialéctica es lo predominante.

           El mayor error que puede cometer un ser humano, es prejuzgar los hechos, formándose una idea de que son dueños de la verdad y que los demás están equivocados. Por eso sufrimos muchos golpes y decepciones, ya que la construcción mental que nos hacemos, podría no coincidir con la realidad. Entonces ahí llega la frustración.

            Hay que ser creativo, pero para lograrlo es vital, tener una mente capaz de observar las cosas con objetividad, colocándonos siempre en el lugar del otro, que es lo que nos puede permitir actuar como un real testigo. Inclusive, hay circunstancias en que debemos colocarnos como testigos de nuestra propia mente. Observando lo observado.

            Para lograr llegar al nivel de convertirse en un ente realmente objetivo, se necesita llegar a la consciencia plena, que es lo único que nos puede proporcionar, tranquilidad y quietud mental. Al mismo tiempo cuando se logra ese grado de compresión, entonces conseguimos tener una clara visión para escoger el mejor de los caminos.

         Pero hay algo que para mí es fundamental, que es la humildad, el cual es un sentimiento tan noble, que se hace acompañar de la gratitud y la virtud. Lo contrario a ese sentimiento tan sublime, es la SOBERBIA, que nos hace creer que siempre tenemos la razón, que lo sabemos todo y que todo lo que emprendemos es lo mejor.

               CUANDO ERES DOMINADO POR LA SOBERBIA, PUEDES TERMINAR COMO EL NIÑO DE LA ESCUELA. CONFUNDIDO Y DERROTADO ENTE UN DILEMA TAN SIMPLE: 

     ES MEJOR SER CREATIVO Y LIBRE QUE SOBERBIO Y ESQUEMÁTICO. DEJAD LOS PREJUICIOS A UN LADO Y OBSERVA  DESDE LA TERNURA DEL ALMA.

Redacción

Conciencia RD surge con la idea de ser una página plural, objetiva y con el compromiso de ayudar a los lectores a formarse una opinión propia de los temas de su preferencia.

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