La carretera que conecta Nagua, en María Trinidad Sánchez, con Puerto Plata, es una arteria vital para la región noreste de la República Dominicana. Esta vía no solo une comunidades, sino que también sirve como un conducto esencial para el turismo, la ganadería, y la economía local en general. Sin embargo, su deterioro progresivo se ha convertido en un serio obstáculo que afecta la calidad de vida de los residentes y limita el potencial de crecimiento en sectores claves de la economía.
El estado de esta carretera, con baches, pavimento desgastado y señalización deficiente, pone en peligro la seguridad de quienes transitan por ella. Además, afecta gravemente la eficiencia del transporte de productos agropecuarios y ganaderos, uno de los pilares económicos de la zona. Los ganaderos de María Trinidad Sánchez y comunidades aledañas dependen de esta ruta para movilizar sus productos hacia los mercados de la costa norte, y las malas condiciones actuales de la vía no solo aumentan los costos de transporte, sino que también reducen la competitividad de sus productos.
Por otro lado, el turismo, un sector que ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años en la región, también se ve gravemente afectado. Puerto Plata, con sus playas, historia y creciente oferta turística, es un imán para visitantes nacionales e internacionales. Pero la experiencia de viajar por una carretera en mal estado, con tiempos de recorrido excesivos y riesgos de accidentes, desalienta a muchos turistas, afectando negativamente tanto al turismo de Nagua como al de Puerto Plata.
En este contexto, la intervención del gobierno es urgente y necesaria. La reparación y modernización de esta carretera no es solo una cuestión de infraestructura, sino una inversión estratégica para el desarrollo regional. Una vía en óptimas condiciones facilitaría el flujo de mercancías y turistas, impulsaría el crecimiento económico de ambas provincias y contribuiría a fortalecer sectores clave como la ganadería y el turismo.
El gobierno tiene en sus manos la oportunidad de revitalizar esta región mediante una intervención que no solo mejorará la calidad de vida de los habitantes, sino que también potenciará el desarrollo económico y turístico de una de las zonas más ricas y diversas del país.