Leonel Fernández y sus perspectivas futuras

Luis Estrella (Fuente externa)

Cuando escribo un artículo político, siempre trato de hacerlo como un analista objetivo, sin apasionamiento ni fanatismo. Por eso no creo en las bocinas que cambian de color como el camaleón, dependiendo del interés personal que prime en ese momento. Anibal De Ponce decía “Que no merece vivir aquel que no es capaz de defender con la vida su opinión”.

             

Después de un profundo análisis del rumbo que está tomando la política en nuestro País, observándolo desde el materialismo dialéctico, me han llevado a la conclusión, de que Leonel Fernández tiene excelentes perspectivas de volver a ser presidente de la República Dominicana.

         

Expreso esta atrevida afirmación, porque después del 2024, será el único líder con las condiciones requeridas para ser apoyado por la mayoría de la población. En el PLD no se vislumbra nadie con el suficiente liderazgo, para ser competencia real de Leonel Fernández. Luis Abinader ya no podrá postularse por otro período.

           

El escenario que vislumbro después de mayo, es el siguiente, un Leonel como líder indiscutible de la oposición, con un PLD en proceso de reencontrarse con si mismo, para tratar de convertirse en una organización con posibilidades de ser competitiva. Y un PRM con decenas de pequeños proyectos grupales, que por su característica natural de sufrir de una enfermedad política, autoinmune, comenzaría con su propia autoflagelación.

           

Leonel tiene la ventaja de ser el líder de un partido donde nadie osará competirle su liderazgo, al mismo tiempo su proyección de tener una mejor aceptación entre los sectores de 18 a 35 años, es algo que aumentaría considerablemente para el 2028. Esto unido a su indiscutible condición de estadista, su dominio de los temas nacionales e internacionales, de los temas económicos, de la agenda nacional y de su vasta experiencia como gobernante.

           

Al margen de las encuestas que son publicadas, los que tenemos acceso a las mediciones privadas, sabemos que en estos momentos la candidatura de Leonel luce frisada, desde que se anunció la alianza Rescate RD. Esta fue una jugada arriesgada de Fernández, ya que sacrificó momentáneamente su crecimiento para evitar el descalabro total del PLD.

               

Las movidas políticas hay que observarla desde todas las vertientes para poder entenderlas, ya que en este caso los estrategas de Leonel, entendían que la hemorragia del PLD, aunque contribuía al crecimiento de Fernández, al mismo tiempo una parte se estaba corriendo al PRM, lo cual facilitaría que Abinader ganara en primera vuelta.

         

Al parecer un estratega del nivel de Leonel no toma decisiones de esa trascendencia por cuestiones emociones. Lo que indica que prefiere un PLD unido con el porcentaje disminuido que tiene, porque al final entiende que la gran mayoría terminarán bajo su influencia y liderazgo, lo cual sin lugar a dudas está ocurriendo de manera discreta pero constante.

         

Leonel está interesado en una alianza desde la primera vuelta, porque sabe que de ir separados, las posibilidades de una segunda vuelta serían muy remotas. En cambio, una alianza presidencial aumentaría sus probabilidades, ya que la percepción le podría otorgar unos puntos, que lo colocarían en un escenario de competencia real con el oficialismo.

         

Desde mi punto de vista entiendo que el PLD está obligado a pactar una alianza presidencial, por un asunto de supervivencia. Si el PLD va sólo se arriesga a quedar su candidato por debajo de 10 puntos en las elecciones, lo cual sería devastador para el futuro de esa entidad. 

       

En cambio, si el PLD apoya a Leonel como candidato presidencial, su votación podría aumentar significativamente, por la sencilla razón, de que los peledeistas votarían por Fernández en la casilla del PLD. Esto me lleva a pensar que si en la organización morada, no se ha creado una vocación de suicidio en la nueva etapa de su existencia, optarían sin dar muchas vueltas, por apoyar a su expresidente Leonel Fernández Reyna.

           

En los procesos electorales los cambios suelen ser rápidos y repentinos, pero para variar significativamente el posicionamiento electoral, deben ocurrir acontecimientos muy relevantes que tomen el ribete de crisis. En verdad eso no lo estoy observando en este proceso, por lo que Luis Abinader sigue navegando de manera estable para ganar las elecciones en el 2024.

           

Considero que el aspecto más desfavorable que tiene el mandatario para ganar la presidencia, no es la inflación, la notable improvisación en su gobierno y la inseguridad ciudadana. Esos son aspectos importantes, pero desde mi humilde criterio, lo que más lo afecta, es su propio partido.

           

Según las encuestas independientes, el PRM como partido anda por un 40 a un 42% de simpatía, la diferencia para rondar y superar el 50%, es un aporte directo del presidente, que claramente se ha colocado por encima de su partido. Su estrategia de lograr que los errores del PRM no se le sumen, ha sido algo manejado magistralmente por Luis Abinader.

         

He llegado a la conclusión que el PRM, mas que un partido organizado y disciplinado, es un archipiélago de islitas de poder, donde sus dirigentes formales, son sustituidos en cada localidad por los funcionarios electos o gubernamentales. En esa entidad no hay una línea de mando clara y delimitada, por lo que al final, todo lo trascendente lo decide Abinader.

           

Ese estilo anárquico de funcionar del PRM, ampliamente superado en disciplina por la FP y el PLD, unido a su actitud sectaria, triunfalista, de desprecio y humillación a sus aliados, es un elemento que los llevaría en desventaja en la lucha que se desarrollará en las mesas electorales. Siempre digo que las elecciones se ganan o pierden en las mesas electorales.

         

No considero que las elecciones municipales definirán las presidenciales, lo único que demostrarán es el voto partidario, la cantidad de alcaldes no será decisivo, ya que eso es algo relativo, porque usted puede ganar una alcaldía con un 51%, y el rival un 49%, lo que no establece ninguna superioridad para lo presidencial.

           

Al margen de los alcaldes y directores de distritos que saque la oposición, lo determinante será la cantidad de votos que obtengan. Ese porcentaje será el voto partidario duro, lo mismo ocurrirá con el PRM y los sufragios que reciba. Desde mi óptica ahí podría existir un indicativo, aunque no definitorio, sí favorable a la percepción.

           

Finalmente, mi opinión como analista y ciudadano, es que si las elecciones fueran hoy, Abinader sería el ganador, lo mismo ocurriría si no hay un cambio a significativo de aquí a mayo del 2024. Observo que Leonel quedará en todos los escenarios muy bien posicionado para ser el candidato a vencer para el 2028. El PLD soy de opinión, que para evitar unos resultados catastróficos como se vislumbra, sólo le queda la opción de apoyar a Leonel.

             

Sustentándome en este simple análisis, me atrevo a afirmar, que aún no sea en el 2024, Leonel Fernández tiene excelentes perspectivas para ser de nuevo presidente de República Dominicana. El debate sobre el tema está abierto

Redacción

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