Cuando conocí a mi esposa, Isabel Bonilla, ella nunca había incursionado en la actividad partidaria, aunque si tenía la sensibilidad par haber participado en actividades comunitarias, culturales y sociales. En Santiago nos incorporamos al PRD, al año ya Isabel era la presidenta de FEDOMUSDE y a los tres años, se juramentó como diputada por esa provincia.
En el 1996 renunciamos del PRD y nos incorporamos al poco tiempo al PLD, a los dos años en el 1998, fue diputada por esa organización, rompiendo todos los vaticinios. En esa época ganar un proceso interno en el PLD era difícil, ya que funcionaba como una entidad de cuadros, con una estructura marxista. Isabel lo logró con el voto orgánico y sin hacer campaña, ya que sólo permitían dirigirse por 5 minutos a las asambleas de bloques de intermedios.
En el 2002 se inauguró el voto preferencial a nivel congresual, en Santiago había tres distritos y nuestra vida política era en el distrito uno. Con nuestro equipo de campaña listo para iniciar, se nos acercó el hoy candidato presidencial del PLD, Abel Martínez, un joven en ese momento, para decirnos que él quería aspirar en el distrito uno, pero que sabía le sería muy difícil competir con Isabel, quien en ese momento se desempeñaba como vocera del bloque de diputados del PLD.
Ante un amigo muy apreciado tanto por Isabel como por nosotros, decidimos trasladarnos al distrito tres y le entregamos nuestra estructura política an Abel. Nos fuimos al distrito tres sin conocer a nadie, duramos casi un año visitando la demarcación casa por casa y al final, Isabel fue la más votada de los 14 diputados que tenía la provincia de Santiago en ese momento.
En el 2004 por razones familiares decidimos retirarnos al pueblo natal de Isabel, Río San Juan, pero a principios de abril de ese año, Isabel es designada coordinadora de campaña por el Comité Central de la provincia MTS. Una provincia llamada la novia del PRD, con Chu como presidente del Senado, por lo que muchos diputados le decían a Isabel que eso era un gancho, porque el PLD no tenía ninguna posibilidad de ganar en esa localidad.
Aceptamos el reto y el mandato del partido y elaboramos la estrategia correspondiente para salir victoriosos. En las elecciones logramos que en Nagua se diera un virtual empate, perdimos Cabrera y el Factor por algo más de 1000 votos, pero ganamos las 32 mesas de Río San Juan con 1058 votos, que al final le dio la victoria a Leonel Fernández con 54 votos sobre El PRD. Por primera vez el PLD gana la novia de su rival, el Partido Revolucionario Dominicano.
En el 2006 y faltando menos de dos meses para las elecciones de mayo, Danilo Medina llama an Isabel y le propone que vaya como candidata en la cuota de la mujer en MTS. En verdad en principio Isabel no quería aceptar, ya que no conocía la provincia y los aspirantes Hilario Amparo y Aristides Victoria, ya tenían todos sus equipos conformados.
En ese momento le digo a Isabel, que tenía un 50% de posibilidades de ganar o perder, por lo que comenzáramos a trabajar y al mes haríamos un corte para evaluar y decidir si continuábamos. Recuerdo que al mes lo hicimos e Isabel con lágrimas en los ojos, me dijo que no lo íbamos a lograr, ya que todavía nos faltaba más de la mitad de la provincia por visitar.
Recuerdo que tuvimos una larga conversación, donde le pedí un voto de confianza, porque tenía en mente una estrategia que podría darnos resultados. Lo primero era amurallar a Río San Juan, encargarme yo directamente de Cabrera para lograr la mayor votación posible y lo tercero invertir los recursos disponibles en dinero y tiempo en el bloque Nagua-Factor, para dividir los votos.
La estrategia nos dio los resultados esperados, en el bloque Nagua- Factor, Isabel perdió de Hilario por 2,600 votos y de Aristides por 2000. Pero en Cabrera, Isabel le ganó a Hilario por 1000 votos y a Aristides por 1500. La sorpresa estaba por llegar, Isabel le ganó a ambos en Río San Juan por 2,500 votos. En el cómputo final Isabel sobrepasó a Hilario con 800 votos y a Aristides con 2,300 votos.
Esos han sido los procesos que participamos como encargado de campaña de mi esposa, pero son varias decenas que hemos tenido ese rol con otros candidatos, perdiendo sólo en una campaña que más que una derrota fue una inmolación por lealtad, me refiero al proceso interno del 2007, de Danilo y Leonel.
Siempre me preguntan sobre esos logros y como pudimos alcanzarlos, lo cual le responderé con algunas precisiones, que desde mi experiencia han sido determinantes, para lograr su materialización. Veamos.
Lo primero que debe hacer un candidato es elaborar una estrategia para lograr el objetivo, la cual sobre la marcha y con la experiencia del día a día se va modificando y ajustando, que es lo que llamamos táctica. Al mismo tiempo hay que levantarse todos los días bien temprano, para producir ideas y organizar la agenda de trabajo. Nunca debes salir a la calle sin una agenda y un plan de trabajo.
La estrategia nunca la compartas con muchas personas, sólo con un reducido equipo de confianza, para que el adversario no obtenga informaciones que luego la usen en tu contra. Aunque siempre debes expresar una actitud firme y coherente, jamás agredas ni ofendas a nadie en términos personales, ya que no es lo mismo un contrincante neutralizado, que uno resentido y lleno de odio.
Como esto es un artículo, no me voy an extender en detalles, porque con este tema podemos durar horas hablando y escribiendo. Lo que si voy a insistir es sobre algo que considero vital para el éxito de una candidatura y es evitar el chisme, lo cual puede hacer fracasar cualquier candidatura por más poderosa que aparente.
Para esto siempre pongo el ejemplo de un roble centenario, que tenía como 2000 años y había resistido terremotos, huracanes, fuegos y demás inclemencia que provocan los fenómenos naturales. Hasta que le cayó una carcoma y en unos años, sólo le quedó el caparazón, sucumbiendo ante un visitante diminuto , pero dañino y persistente.
De esa misma manera en mis más de 50 años de vida política, he observado cómo se derrumban candidaturas, que parecían invencibles, carcomidas por el chisme y los rumores. Como también me he encontrado con otras candidaturas, aparentemente débiles, pero que al aplicar una estrategia correcta Y mantenerse unificada en torno a un mando único, se han ido fortaleciendo hasta salir airosos.
Concluyó afirmando categóricamente, que lo más dañino para cualquier candidato es distraerse con los chismes, porque eso no lo deja avanzar, sino que lo estanca en principio y luego lo hace empezar a retroceder. Un candidato debe de ser como un caballo de carrera, que avanza con unas anteojeras, que no le permite ver para los lados, sino siempre correr hacia la meta.
Un candidato sencillamente debe salir a las calles a trabajar cada día, aprovechar cada minuto para convencer a alguien que lo apoye, no perder tiempo en dilucidar rumores, porque es un tiempo que se pierde en llegar al objetivo. El antídoto del chisme es el trabajo, pruébenlo y verán como los promotores de ese sentimiento negativo al poco tiempo son contagiados por la energía positiva del trabajo, terminado con su integración o simplemente quedando rezagados del proceso eleccionario.
EL TRABAJO ES LA CLAVE PARA EL ÉXITO.