El que esté libre de culpa que tire la primera piedra.
Esa frase se le atribuye a Jesús, cuando intervino para evitar que María Magdalena fuera lapidada por una turba enfurecida, que la acusaba de ser una prostituta pecadora.
Jesús al detener a los furiosos enloquecidos, se le paró de frente y les dijo; “quien esté libre de culpa que tire la primera piedra”, invitando a hacerlo a aquel que se considerara libre de pecados. Como es natural nadie respondió y la muchedumbre se retiró tranquilo del lugar.
Tomamos esto como referencia, en relación a algo que se ha hecho cotidiano en nuestro País, que es el acusar a todo aquel que abandone una entidad política como traidor. La historia nos guarda cientos de ejemplos, de grandes personajes que abandonaron su organización de origen, como Winston Churchill, sin que sean catalogados como traidores, sino como héroes.
Por ejemplo, Chischil, se inició en política con los liberales, donde duró más de 20 años, luego pasó a los conservadores, para en unos años volver a los liberales. Así hay infinidad de ejemplos en todo el mundo, lo cual no implica que fueran traidores, sino que como ciudadanos en un momento tomaron una determinación, con todo el derecho que tenían para hacerlo.
Por eso entendemos que usar esos calificativos es un simple chantaje, ya que quienes la hacen en cambio, consideran a los que llegan a su organización como héroes. Aquí se aplica el refrán popular que dice, que una cosa es con guitarra y otra con violín.
Los que sí pueden considerarse como traidores, son aquellos que estando en una organización, hacen el papel de quinta columna, trabajando desde adentro para otra entidad política. Esos si son traidores, porque no están siendo leales a los postulados que dicen defender, haciendo una labor de zapa para el adversario.
A los traidores se le considera quinta columna, en referencia a la guerra civil española, donde los falangistas marchaban hacia la capital con cuatro columnas, para derrocar el gobierno progresista que había ganado las elecciones en contra del franquismo.
Los franquistas al marchar hacia la capital en cuatro columnas, habían logrado conformar en Madrid, un equipo dentro de la coalición de fuerzas antifascistas, que se le llamó quinta columna, por trabajar desde adentro a favor de sus pretensiones golpistas.
Pariendo de estos ejemplos históricos, les hago un llamado a aquellos que persisten en acusar de traidores a todo el que haya decidido cerrar un ciclo y marchar por otro sendero, a que miren hacia adentro, para ver si descubren en el interior de su entidad, los reales traidores, aglutinados en una quinta columna.